En el año 2003, si lo
recuerdo bien, escribí un artículo para la revista del comic de mi autoría EL
Espanto. Hablaba sobre la evolución del concepto de héroe hasta nuestros días.
Soy un aficionado a
las mitologías, y a la griega aún más, de hecho me encantaría hacer comics sobre
mitos y leyendas griegas y del mundo. En mis reflexiones sobre mí que hacer artístico,
quería hacer unas pinturas barrocas, como las de Rubens, pero no con mitos
griegos, sino actuales, ¿Cuáles serían? Sin duda, me respondí: La mitología
contemporánea son los superhéroes (y el cine). De pronto me encuentro con esta noticia, la
comparto con ustedes.
Una tesis defendida en la Universidad de La Rioja (UR) señala que "los superhéroes se han convertido en la gran mitología del mundo moderno, conectando con el lector universal y han respondido a una exigencia antropológica atemporal".
Nerea Fernández Rodríguez ha obtenido el grado de doctora por la UR, con la calificación de sobresaliente "cum laude" por su tesis "Pervivencia y evolución del concepto de héroe literario en el cómic norteamericano de superhéroes: apolíneos, dionisíacos y prometeicos".
La tesis asegura que los superhéroes, como los antiguos mitos, "sirven para dar respuesta a las grandes preguntas y esperanza a nuestros mayores temores", ha detallado hoy la UR en una nota.
Esta investigación sobre la pervivencia y evolución del concepto de héroe en el cómic de superhéroes señala "la necesidad patente de héroes que tienen los seres humanos de las distintas sociedades, ya sean primitivas o modernas".
También incide en la trascendencia y universalidad del héroe literario a lo largo de la historia, desde la redacción del Poema de Gilgamesh hace más de cuatro mil años; y en su adaptabilidad a las diversas comunidades y culturas.
La tesis, dirigida por Miguel Ángel Muro y Aurora Martínez Ezquerro, señala que el concepto de héroe en la literatura, a pesar de su presencia en obras escritas hace miles de años, sigue vigente y tiene una importante relevancia, dada su necesidad antropológica para las diferentes sociedades que los han acogido y adaptado a su contexto.
Así, explica que, desde Gilgamesh, el personaje heroico ha sufrido una evolución a través de la épica y la narrativa romántica para transformarse, gracias al progreso tecnológico y a la creación de nuevas artes, como el cine o el cómic, en el superhéroe que actualmente se conoce.
Arquetipo
Esta tesis pretende incidir en este arquetipo, el del héroe, que ha logrado sobrevivir al paso del tiempo y al cambio constante de la humanidad, así como a las diferencias que puedan existir entre unas y otras culturas, ha precisado.
Fernández Rodríguez plantea las semejanzas y diferencias existentes entre los diferentes héroes épicos y románticos de los que se compone el corpus para cotejarlos con algunos de los superhéroes más relevantes del cómic norteamericano.
Relata que los héroes épicos, con ayuda de los "vistosos" colores del pop art, han resurgido en forma de nuevos "semidioses" erigidos como representantes del orden y la justicia; mientras que los personajes heroicos de la novela romántica, junto con los detectives del "pulp", han derivado en justicieros enmascarados que, al abrigo de las sombras, imparten justicia y venganza a partes iguales.
Además, del Romanticismo también surgió otro tipo de superhéroe, ambiguo y conflictivo, heredero del Prometeo romántico, trágico e inadaptado, y que fluctuará entre el bien y el mal tratando de luchar contra sus propios demonios internos.
Asegura que Gilgamesh, Aquiles o Beowulf; Robin Hood, El Zorro o el Doctor Jeckyll y Mister Hyde tienen más elementos en común con los superhéroes conocidos, como Superman, Wonder Woman, Batman, Green Arrow o Hulk, de lo que se podría creer en un principio.
"Todos ellos han sabido sobrevivir a la caída y llegada de unas sociedades u otras, modificando su apariencia o su medio de transmisión mientras su esquema originario y su viaje permanecen inalterables", según la UR.