Hola seguidores de LUMPEN DISPOSABLES.
Quiero disculparme por
los horrorosos dibujos que ven arriba. Claro, que desde que se inventaron las
disculpas todo el mundo queda bien, pero permítanme explicar la posible causa
de tan desagradables trazos.
Hace unos años me di
cuenta que había fracasado en la vida. Que soy una carga para los que me
rodean. Que soy una persona inútil que enfocó su existencia al arte y me di
cuenta que no tenía talento para hacerlo bien.
Al fracasar en unos emprendimientos que inicié y constantes estafas consecutivas,
entré en una profunda depresión que me quitó las ganas de dibujar, de pintar y
de interpretar la música que compongo. Eso para mí fue muy doloroso (aún lo es),
porque para mí, dibujar es tan vital cómo comer o dormir. No es un pasatiempo,
es mi vida, y me la ha salvado un par de veces en el pasado. Pero de un momento
a otro, pum, se fue… ¿Se imaginan cómo sería la vida si un día se le quitan las
ganas de comer o de dormir o de reírse?
En el transcurso del
2014 y cómo despedida, decidí iniciar este cómic que había pospuesto desde hace
años. Nunca me gustó el dibujo. Recuerdo que repetí las primeras páginas unas cinco
veces, llegó un momento en que decidí continuar o de lo contrario no haría nada.
Pero sobre todo forcé mi voluntad para hacerlo porque perdí el deseo de
realizar esta o cualquier otra obra.
Es una tremenda
muestra de mi falta de talento para esto. Ustedes se merecen algo mejor. Al
menos espero que la narración este mucho mejor.